Galletas, ponche y bischofsbrot (bizcocho con almendras y frutas escarchadas) endulzan el invierno a golosos y gourmets. Para estos últimos las navidades ya comienzan a principios de diciembre. Poco antes del primer domingo de adviento, las cocinas del país se llenan de un aroma de canela, vainilla, anís y miel: ha comenzado la época de las galletas navideñas. Para los golosos es la mejor época del año y los visitantes extranjeros se asombran ante esta costumbre porque hay pocas cocinas en el mundo que conozca tantas recetas de galletas navideñas. Vanillekipferln, Kokosbusserln, Anissterne, Witwenküsse, Linzer Augen, Nussmakronen, Orangensterne, Mandelschnitten, Husarenkrapferl, Zimtsterne y Lebkuchen son los principales protagonistas de las galletas navideñas; cada familia y pastelería tiene además sus propias recetas.
La fruta, al igual que en el Kletzenbrot, también juega el papel protagonista. Kletzen es como se llama en Austria a las peras y ciruelas secas y además de la masa de pan, son los ingredientes más importantes de esta especialidad. El Kletzenbrot se hace, según la tradición, la víspera del 21 de diciembre, durante la noche más larga del año, y no se puede cortar hasta el día de San Esteban. Las olorosas especias conceden a las galletas navideñas su aroma tan especial. También se utilizan para las típicas bebidas de la época de adviento. Glühwein, una bebida caliente hecha a base de vino tinto, canela, cilantro, clavo y un chorro de ron, con lo que sirve para calentarse en los días fríos. El ponche, por su parte, es la mezcla de cinco ingredientes; agua, té, ron, zumo de limón y azúcar. También se bebe caliente para combatir el frío.