Bañarse en agua helada en Austria
La próxima gran moda: la fascinación del agua fría
Bañarse en agua helada en Austria es desde hace tiempo mucho más que una moda: es una declaración. El baño en agua helada representa una vivencia consciente, fortaleza mental y el deseo de acercarse a la naturaleza con todos los sentidos. Así, cada vez más valientes y curiosos se dirigen en la temporada fría a lagos y aguas glaciares para exponerse de manera intencionada al frío – de forma controlada, a menudo en comunidad o en talleres guiados. Ya sea en el lago Millstätter en Carintia, en el lago glaciar de Hintertux en Tirol o en los lagos de Salzkammergut, el baño en agua helada se está convirtiendo en muchos lugares en un componente fijo de la experiencia natural invernal. Lo que cuenta no es tanto la dureza o el reto, sino la percepción consciente: respiración tras respiración, mientras el cuerpo reacciona a la intensa estimulación. El momento en el agua fría se transforma en un acto de fuerza consciente y atento, con efecto.
Muchos de quienes se sumergen regularmente en aguas heladas relatan efectos positivos: se sienten más despiertos, las tensiones mentales desaparecen y la mente se libera. El frío activa la circulación, estimula el riego sanguíneo – e incluso puede favorecer en muchas personas la liberación de hormonas de la felicidad. No obstante, iniciarse en el baño invernal requiere una buena preparación. Importante: quien se interese por el baño en agua helada debe consultar previamente con un médico. Además, hay una regla básica: nunca entrar solo en el agua.
Soltar y estar en el aquí y ahora
Atención al bañarse en agua helada!
Quien decida practicar el baño en agua helada debería intentarlo por primera vez únicamente bajo supervisión y tras consultar con un médico o una médica. Especialmente en caso de padecer enfermedades previas como asma, hipertensión o problemas cardíacos. Se recomienda comenzar ya en otoño con el entrenamiento e ir acostumbrándose poco a poco a las temperaturas cada vez más bajas.
Los mejores lugares para bañarse en hielo (guiado)
¿Para qué sirve el baño helado?
Sistema inmunitario
Los baños de hielo regulares pueden reforzar el sistema inmunitario. El frío desencadena una reacción en el organismo que aumenta la producción de glóbulos blancos. Estas células ayudan a prevenir enfermedades.
Circulación sanguínea
El agua fría provoca la contracción de los vasos sanguíneos, que vuelven a dilatarse en cuanto el cuerpo se calienta. Esta reacción puede ayudar a que la sangre fluya mejor y a que los órganos reciban mejor el oxígeno y los nutrientes.
Inflamación
Los baños de hielo pueden tener un efecto antiinflamatorio. El frío puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación, de forma similar a la aplicación de hielo en una zona lesionada.
Hormonas de la felicidad
El frío extremo del baño helado puede estimular la producción de endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad. Esto puede provocar una mejora del estado de ánimo y una sensación de bienestar.
Energía y regeneración
Muchos nadadores sobre hielo afirman que aumentan sus niveles de energía después de nadar. El frío también puede ayudar a acortar el tiempo de recuperación tras la actividad física.
Estabilidad mental
Nadar en hielo con regularidad puede reducir el estrés y contribuir a la estabilidad mental. El reto y la superación del choque del frío también pueden aumentar la confianza en uno mismo y la autoeficacia.
Me he dado cuenta de que bañarme con hielo me da energía. El agua fría libera hormonas de la felicidad en mi cuerpo. Gracias a ello, mi estado de ánimo ha mejorado y se ha estabilizado.
Patricia Schumacher, Nadadora profesional
¡Fuera de la zona de confort!
Tras mudarse a Austria, Patricia – una verdadera amante del verano de California – tuvo que acostumbrarse al invierno en su nuevo hogar. Al principio, la temporada fría le resultaba muy difícil, hasta que decidió enfrentar activamente la depresión invernal. La confrontación directa de su cuerpo con el frío al bañarse en hielo le ayudó a superar miedos y salir de su zona de confort.
“Una vez que empecé, mi actitud, mi estado de ánimo y toda mi perspectiva sobre el invierno cambiaron por completo. Me ayudó a amar la temporada fría y a reconocer su belleza.” Después de su primer baño en hielo, Patricia sintió tanta energía recién descubierta que casi no podía dormir. Como en una especie de meditación, según Patricia, el enfoque está completamente en el momento y en la respiración, que es lenta y profunda. “Tienes que soltar y estar totalmente en el aquí y ahora.”
Hoteles con talleres de baño en hielo guiado
Nunca nades solo, sobre todo al principio: ¡siempre con un compañero!
Acostúmbrate gradualmente al agua helada, preferiblemente con duchas frías.
Empieza en aguas abiertas en verano, cuando el agua está más caliente.
No te tires nunca al agua fría Sumerge primero las manos, humedece la cara y entra lentamente en el agua mientras exhalas.
Nada con una boya a la que puedas agarrarte en caso de emergencia.
Los ejercicios de respiración te ayudan a calmarte, incluso en agua fría.
No permanezcas en el agua más de unos minutos.
Mantente caliente antes y después de nadar: Sécate rápidamente y ponte ropa de abrigo. El cuerpo sigue enfriándose fuera del agua.
No hagas ejercicios gimnásticos para entrar en calor después del baño helado. Esto puede sobrecargar la circulación y provocar un shock.
Evite el alcohol y la cafeína. Dilatan los vasos sanguíneos y hacen que el cuerpo se enfríe. Es mejor optar por un té de jengibre caliente, que calienta especialmente bien desde el interior.
Al sumergirte en agua helada, tu cerebro entra inmediatamente en estado de alarma. Con respiración controlada aprendes a calmarlo en esta situación extrema. (…) Esto se puede aplicar a cualquier situación de estrés, aprendiendo a relajarte al instante.
Daniel Fetz, Entrenador de frío en la región del Danubio, Alta Austria
Consejos para proteger el clima
Los lagos son hábitats importantes para animales y plantas, y en Austria tienen un valor ecológico especialmente alto. Un sistema lacustre sano favorece la biodiversidad y ayuda a preservar los peces y otras formas de vida acuática. Por eso cuidamos nuestros lagos:
Respetamos las zonas de protección marcadas para plantas y animales.
No dejamos basura en el lago ni en sus alrededores.
No utilizamos el lago ni sus orillas como retrete.
No damos de comer a los peces ni a las aves acuáticas. Los restos de comida provocan un exceso de nutrientes.