Buscar
    • View towards Dürnstein in the Wachau
      media_content.tooltip.skipped

    Valle de Wachau: creado por una mano invisible

    Entre Krems y Melk, el Danubio ha creado una de las regiones más bellas de Austria. No es de extrañar que el valle de Wachau se convirtiera pronto en el motivo preferido por los pintores paisajistas.

    El director del museo Landesgalerie Niederösterreich se encuentra de pie frente al "Panorama des Donautals mit der Ruine Dürnstein" (panorama del valle del Danubio con las ruinas del castillo de Dürnstein), un cuadro monumental de Anton Hlavàček, que mide más de ocho metros de ancho. Esta obra fue un encargo y Hlavàček la pintó en 1906 para una exposición en Milán donde la Baja Austria quería promocionarse. Fue así como este pintor paisajista vienés escenificó la vista panorámica más bella del valle de Wachau: las ruinas del castillo de Dürnstein en primer plano, con los viñedos, el bosque y el Danubio detrás. Hoy en día se filman aquí anuncios publicitarios, pero hace más de cien años, fueron este tipo de cuadros los que incitaban a la gente a viajar.

    Tan solo contemplar la perspectiva, los colores y la belleza del paisaje queda claro por qué fascinó a tanta gente y que quisieran verlo con sus propios ojos.

    State Gallery of Lower Austria Krems, director Christian Bauer / Landesgalerie Niederösterreich - State Gallery of Lower Austria
    media_content.tooltip.skipped
    Christian Bauer, Direktor Landesgalerie Krems
    Vineyards of Wachau
    media_content.tooltip.skipped

    No hay muchos paisajes en el mundo de los que se pueda decir que el ser humano los ha embellecido, pero el valle de Wachau es uno de ellos. Los romanos ya se asentaron en este valle del Danubio entre las localidades de Krems y Melk de hoy en día y comenzaron a cultivar la tierra. El hecho de que el río creara un microclima suave con suelo fértil y que la región fuera soleada también atrajo más tarde a la gente a su orilla.

    Construyeron castillos y fundaron asentamientos. Edificaron monasterios y planificaron ciudades. Se creó un paisaje cultural único. Al viajar hoy en día por el valle de Wachau, siempre tenemos la sensación de que una mano invisible ha creado esta gran maravilla: las colinas y las poblaciones, los huertos de albaricoques y los viñedos, los bosques y los campos, y el Danubio en el medio.

    Wachau - Dürnstein Castle
    media_content.tooltip.skipped

    Existen cuadros del valle de Wachau desde la Edad Media, afirma Christian Bauer, "pero, a principios del siglo XIX, hubo una verdadera primera oleada". Los artistas venían de Viena en carruaje y pintaban las ciudades de Krems y Stein y el monasterio de Göttweig, el castillo de Dürnstein y la Abadía de Melk, al fin y al cabo, había suficientes motivos. "Quién puede pintar con dignidad las vistas que se contemplan mientras se navega por el Danubio", escribió Carl Ehrenfried Dreyßig, "¡cuando una perspectiva sustituye a la otra!"

    Sin embargo, la belleza del valle de Wachau no se descubrió realmente hasta la década de 1870. Por aquel entonces, la capital de los Habsburgo parecía demasiado ruidosa y terriblemente caótica, pero en el Danubio, el tiempo parecía haberse detenido. En aquella época el ferrocarril no había llegado al valle de Wachau y los barcos de vapor del Danubio tampoco atracaban allí. Las pequeñas localidades habían caído gradualmente en una especie de decadencia, los castillos se derrumbaban y la hiedra trepaba por los viejos muros. El valle de Wachau yacía allí como un paisaje de cuento de hadas encantado. Repleto de motivos para los artistas en busca del romance poco antes del cambio de siglo.

    Fueron pintores como Robert Russ, Emil Jakob Schindler y Anton Hlavàček quienes hicieron famoso el valle de Wachau en todo el mundo (y sus obras se exhiben en una exposición especial de la Kunsthalle Krems hasta abril de 2022). Sin embargo, sus cuadros no solo ejercieron su influencia de cara al mundo externo, sino que a menudo también cambiaron la percepción que los lugareños tenían de sí mismos. A menudo no vemos la belleza que tenemos ante nosotros porque estamos acostumbrados a ella, literalmente, forma parte de nuestra vida cotidiana. Pero cuando el valle de Wachau se hizo famoso y empezaron a llegar visitantes de toda Europa para contemplar con sus propios ojos lo que conocían a través de cuadros y carteles, los lugareños también empezaron a ver su tierra natal desde una perspectiva diferente.

    •                         State Gallery of Lower Austria in Krems / Landesgalerie Niederösterreich - State Gallery of Lower Austria
      media_content.tooltip.skipped
    •                         State Gallery of Lower Austria Krems, director Christian Bauer / Landesgalerie Niederösterreich - State Gallery of Lower Austria
      media_content.tooltip.skipped
    •                         State Gallery of Lower Austria in Krems / Landesgalerie Niederösterreich - State Gallery of Lower Austria
      media_content.tooltip.skipped

    El orgullo entre los habitantes del valle de Wachau fue aumentando de forma progresiva, no solo por su región, sino también por el duro trabajo físico en los campos, los viñedos y las bodegas, que hasta entonces se había subestimado. Ese orgullo estimuló a la gente y así sigue siendo hoy en día. El concepto de que los vinos y licores mundialmente famosos proceden del valle de Wachau, así como los mejores albaricoques, también tiene algo que ver con la inspiración que encontraron aquí artistas como Robert Russ, Emil Jakob Schindler y Anton Hlavàček para sus cuadros.

    media_content.tooltip.skipped
    media_content.tooltip.skipped