Oskar Kokoschka
Visionario salvaje y pintor del alma

El pintor y dramaturgo Oskar Kokoschka, nacido en Pöchlarn, marcó la modernidad vienesa y causó sensación en la escena artística y la sociedad con su obra expresiva.

El gran Oskar Kokoschka nació en el pequeño pueblo de Pöchlarn, a orillas del Danubio, y llevó siempre en su corazón su tierra natal en Baja Austria. Hoy en día, el famoso pintor del expresionismo y de la modernidad vienesa está más presente que nunca en Pöchlarn. Naturalmente, en Pöchlarn se sienten orgullosos, afirma la historiadora del arte y autora sobre Kokoschka, Bernadette Reinhold: “Pöchlarn tiene apenas unos 4.000 habitantes. Que Oskar Kokoschka naciera aquí y que su casa natal sea hoy un centro de exposiciones y documentación es una verdadera suerte.” De hecho, la gente sigue encontrándose con este artista excepcional en toda la pequeña ciudad a orillas del Danubio en Baja Austria. En muchas fachadas cuelgan enormes reproducciones de sus pinturas. Aún más intensamente se puede experimentar al artista en el Museo Kokoschka de Pöchlarn, ubicado en su casa natal y el antiguo granero.

Oskar Kokoschka
Nacido:1. Marzo 1886 en Pöchlarn, Niederösterreich
Fallecimiento:22. Febrero 1980 en Montreux, Schweiz
Profesión:Pintor, escenógrafo, escritor, dramaturgo
Épocas:Expresionismo, modernidad vienesa.
Obras famosas:La novia del viento, Tigre-león, La zarza ardiente, numerosos retratos y paisajes

Oskar Kokoschkas leidenschaftliche Bilderwelt

Etapas de la vida y del arte

1886-1909: Primeros años e inicios

Nacido en Pöchlarn, Kokoschka creció en Viena. En la Escuela de Artes Aplicadas desarrolló su propio estilo. Con la obra escandalosa Asesino, esperanza de las mujeres y el libro de cuentos Los niños soñadores llamó la atención desde temprano.

1910-1914: Berlín y Alma Mahler

En Berlín, Kokoschka entabla contacto con la vanguardia reunida en torno a la revista expresionista Der Sturm. Su intensa relación con Alma Mahler lo inspira a crear obras como La novia del viento. Su arte refleja una profunda carga emocional y tensiones sociales.

1914-1918: Guerra y trauma

Kokoschka se alista voluntariamente al servicio militar y resulta gravemente herido. Las experiencias en el frente marcan profundamente su obra. En Dresde se une a la bohemia artística y transforma lo vivido en obras teatrales.

1938-1953: Exilio en Gran Bretaña

Difamado por los nacionalsocialistas como “artista degenerado”, Kokoschka emigra a Gran Bretaña. Allí aborda artística y políticamente los acontecimientos de su tiempo, manteniéndose fiel a su lenguaje pictórico expresivo.

1953-1980: Regreso y legado

En Salzburgo, Kokoschka funda la “Escuela de la mirada” – hoy Academia Internacional de Verano de Artes Plásticas de Salzburgo– para apoyar a jóvenes artistas. Pasa sus últimos años junto al lago de Ginebra, donde continúa pintando y escribiendo. En 1980 muere en Montreux; su obra sigue siendo de relevancia internacional.

Nacimiento en la región del Danubio

Pöchlarn como “regreso permanente”

Pöchlarn como “regreso permanente” / El lugar de nacimiento en la región del Danubio
Oskar Kokoschka mantuvo a lo largo de su vida un fuerte vínculo con su ciudad natal, Pöchlarn. Bernadette Reinhold, directora del Centro Oskar Kokoschka en la Universidad de Artes Aplicadas de Viena y reconocida experta en su obra, afirma: “Él hacía referencia constantemente a Pöchlarn en muchas de sus historias y relatos. La creación del centro de documentación en la casa de sus padres fue para él un ‘regreso permanente’”.

El Danubio fue siempre un lugar central para este ciudadano del mundo, explica Reinhold – ya viviera en Londres, viajara por Oriente Medio o trabajara junto al lago de Ginebra: “Haber nacido junto a un río, donde todo está en constante movimiento y los diferentes influjos llegan arrastrados por la corriente, fue algo muy importante para él.” En la década de 1950, Kokoschka fue nombrado ciudadano de honor.

Maestro de muchas artes

Pintura del alma del “gran salvaje”

Oskar Kokoschka fue lo que hoy llamaríamos un talento múltiple. Escribió obras de teatro y relatos, diseñó escenografías y mosaicos para iglesias. Pero sobre todo pintó: de forma salvaje, expresiva y emocional. Sus retratos, completamente innovadores para la época, lo hicieron famoso. Más que representar lo visible, buscaba mostrar el carácter y la personalidad del modelo.

En sus cuadros se perciben tanto el optimismo como la inseguridad, la contradicción interna, el dolor o la tristeza de sus personajes. Por eso su obra es considerada “pintura del alma”: captar al ser humano completo en el lienzo, no solo su apariencia externa.

Arte, exilio y anhelo

Retratos de un espíritu inquieto

Desde joven, Oskar Kokoschka se sintió atraído por Viena, donde sentó las bases de su futura fama. Más que nada, le fascinaban los rostros: casi la mitad de su obra representa cabezas. Pintó a Adolf Loos, Karl Kraus y a numerosos políticos.

Tras la Primera Guerra Mundial fue profesor en Dresde, pero en 1923 tomó una licencia sin sueldo y nunca regresó. En su lugar, pasó años viajando por Europa, el norte de África y Asia occidental, dibujando y pintando.

Cuando los nazis difamaron su arte, emigró a Londres y creó obras de contenido político. Su hogar definitivo lo halló junto al lago de Ginebra. Oskar Kokoschka murió allí en 1980, a los 94 años.

Experimentar el arte de Oskar Kokoschka

Una mirada al Museo Kokoschka de Pöchlarn

Preguntas y respuestas

Oskar Kokoschka nació el 1 de marzo de 1886 en Pöchlarn, en Baja Austria, y murió el 22 de febrero de 1980 en Montreux, junto al lago de Ginebra, en Suiza.

Su vida transcurrió en varias etapas regionales:

  • Viena: Formación temprana y consagración artística en la modernidad vienesa. Influenciado por la Wiener Werkstätte y figuras como Gustav Klimt.

  • Dresde: De 1919 a 1923 fue profesor en la Academia de Arte, influyente pero poco asentado.

  • Años de viaje: Desde 1923 viajó casi constantemente por Europa, el norte de África y Oriente Medio.

  • Exilio en Londres: Tras la difamación de su obra por los nazis como “arte degenerado”, huyó en 1938 a Reino Unido, donde creó obras políticas contra el régimen nazi.

  • Montreux: Desde 1953 vivió en Suiza, donde falleció.

Oskar Kokoschka fue uno de los representantes más importantes del expresionismo y la modernidad vienesa, un espíritu inquieto entre el arte y los acontecimientos del mundo. Se hizo especialmente conocido por sus intensos retratos, en los que buscaba reflejar no solo los rasgos externos, sino también el interior de las personas.

Con su estilo de pintura enérgico, colores intensos y trazos nerviosos, fue pionero de un nuevo lenguaje visual. Kokoschka no fue solo pintor, sino también dramaturgo y figura política: su obra escandalosa Asesino, esperanza de las mujeres lo hizo famoso desde temprano, y más tarde, en su exilio en Londres, luchó artísticamente contra el fascismo y el totalitarismo. Como “eterno viajero”, recorrió Europa, el norte de África y Asia occidental, siempre en busca de expresión, verdad y un lugar que pudiera llamar hogar.

Oskar Kokoschka estuvo casado con la jurista praguense Olda Palkovská. Se conocieron en Praga en 1934 y se casaron en 1941 en Londres durante la Segunda Guerra Mundial. Más tarde vivieron juntos en Villeneuve, junto al lago de Ginebra. La pareja no tuvo hijos. Olda Kokoschka sobrevivió a su esposo por 24 años y falleció en 2004, también en Montreux.

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