El Belvedere

El Belvedere es Patrimonio mundial de la UNESCO, una joya barroca y el lugar donde se firmó el Tratado de Estado Austríaco. Es uno de los museos más antiguos del mundo y, al mismo tiempo, un escaparate del arte contemporáneo. Como una de las instituciones culturales más grandes del país y emblema de Austria, nos enfrentamos al desafío de evolucionar en un contexto de tensión entre las exigencias culturales y científicas y de fomentar un vínculo con la población local y el turismo. Mientras seguimos con nuestro compromiso de preservar el pasado, también expresamos nuestro anhelo de cambios. Como institución mediadora de la historia e interpeladora del presente. Es un centro cultural de un país de proyección internacional y de un espacio digital transnacional.

A museum that matters. Un museo relevante que está presente en la mente y el corazón de las personas. Es un punto de referencia en un presente confuso. Actúa como una constante histórica, como un puente entre el pasado y el futuro. Es independiente. Se ve a sí mismo como una organización de aprendizaje y enseñanza. Un museo relevante que muestra su posición ante cuestiones de la época y la política social. Alza su voz por el arte y su potencial democratizador. Se responsabiliza de los problemas ecológicos del planeta. Su contribución al desarrollo de la sociedad fomenta la justicia social. Su actitud es un ejemplo y hace escuchar su voz.

La cultura no es un lujo para una supuesta élite, sino la base de una sociedad libre. Nuestras exposiciones, programas educativos, eventos y ofertas digitales están dirigidas a todos, a un público amplio y diverso. Abordamos temas realistas y problemas actuales, comunicándonos de forma creíble, comprensible y orientada al diálogo. Esto abre nuevas perspectivas y campos de actuación para nuestros visitantes. Salen del museo con más riqueza que la que tenían al entrar.

Tenemos curiosidad por el impacto de nuestro trabajo y aprendemos de los visitantes y de las diferentes comunidades. Creamos el entorno ideal para que la gente se reúna. La diversidad de la población y la internacionalidad de los visitantes se reflejan en exposiciones, temas y programas, así como en el equipo del Belvedere, que confiere el mismo valor a todas las actividades.

Nuestro trabajo gira en torno a la colección. Nuestra tarea es traducir el arte histórico al presente reconociendo y transmitiendo cada obra de arte como una expresión de una contemporaneidad astuta y creativa. La colaboración con artistas contemporáneos se caracteriza por el respeto y el reconocimiento y nuestra obligación de transmitir su obra de la mejor forma posible. Como científicos, operamos en redes. Compartimos nuestros conocimientos, discutimos abiertamente los resultados de la investigación y aprendemos del intercambio de puntos de vista distintos.

Los jardines barrocos del Belvedere son de los más bellos del mundo. El jardín principal se encuentra entre el Bajo y el Alto Belvedere y se extiende sobre tres grandes terrazas. En su diseño, el paisajista bávaro Dominique Girard resalta todos los elementos esenciales de un jardín barroco: parterres florales simétricos, estanques de agua, gradas y escaleras, setos recortados y muchos elementos más. En el lado sur del Alto Belvedere, el llamado Spiegelungsteich (estanque reflectante) ofrece un efecto visual sofisticado: su reflejo produce un efecto óptico que duplica la imponente fachada del palacio.

Los antiguos jardines privados del Príncipe Eugenio de Saboya, conocidos como Kammergarten, ofrecen un ambiente muy íntimo. Se encuentran al oeste del Bajo Belvedere y se dividen en dos terrazas. En su época, esta zona ajardinada estuvo delimitada al norte por el Orangerie (invernadero de naranjos) y al sur, por un aviario. En medio había fuentes, pabellones artísticamente decorados con pérgolas y magníficos parterres decorados con flores; unas instalaciones reservadas exclusivamente al antiguo propietario y sus acompañantes más cercanos.

El jardín de esculturas del Belvedere 21 presenta obras de artistas de renombre internacional. En 2013, Heimo Zobernig creó cinco bases de hormigón a modo de tarima, que se relacionan con la arquitectura general del edificio y se pueden destinar a diferentes usos. 

El acceso al jardín de esculturas es gratuito durante el horario de apertura del museo a través de la nueva entrada de los Schweizergarten (jardines suizos).

El jardín botánico está justo al lado del parque del Belvedere. Fundado en 1754 por la emperatriz María Teresa, es ahora una división independiente de la Universidad de Viena. Una gran cantidad de plantas y árboles prosperan en este espacioso terreno abierto y sus invernaderos. Las colecciones especiales con orquídeas, suculentas y plantas panónicas son de gran importancia para la protección de las especies y la investigación. Junto con los jardines Schweizergarten y los parques del Belvedere y el Palais Schwarzenberg, el jardín botánico es la zona verde más grande del centro de la ciudad.

El Alpengarten (jardín alpino) más antiguo de Europa se encuentra en la zona del Belvedere y alberga la valiosa colección histórica de plantas alpinas de los Jardines Federales de Austria. Fundado en 1803 por los archiduques Johann, Rainer y Anton en los jardines del Palacio de Schönbrunn, se transfirió a los jardines del Belvedere en 1865. Cada año se abre al público durante la época de floración. Sus principales atractivos son la flor de rododendro que empieza a florecer en abril y la colección de bonsáis, con más de 100 bonsáis japoneses.