El genio musical y la persona

"Viajar educa", eso es lo que decía su padre, Leopold Mozart, y no sin razón. Ya de pequeño, Mozart era un europeo muy viajado e incluso llegó hasta Londres con sus giras de conciertos. Esto ayudó a difundir su asombroso talento por todo el mundo e hizo que se le conociera a nivel internacional. En aquella época, viajar era arduo y muy lento. El medio de transporte número uno era el carruaje tirado por caballos. Un viaje de Salzburgo a Viena podía durar fácilmente una semana. En total, Mozart hizo 17 viajes, a los que dedicó aproximadamente diez años de su vida. Le acompañaba un "piano de viaje", una especie de piano de escenario histórico, para que pudiera componer sobre la marcha. Ese piano medía apenas 90 cm de ancho y unos 31 cm de fondo, y tenía una base separada y extraíble.

Leopold, el padre de Wolfgang, fue un hombre muy moderno. Amaba a su esposa y le pedía consejo a menudo, lo que era bastante inusual para la época. También era un genio del marketing y tenía ideas progresistas. Solo tenía un deseo que podía considerarse conservador: quería que sus dos hijos fueran nobles. De hecho, Wolfgang fue nombrado oficialmente "Caballero de la Orden de la Espuela de Oro" por el Papa. Sin embargo, en lugar de buscar una dama noble adecuada, el joven Mozart decidió casarse por amor, por lo que su título nobiliario cayó en el olvido. A menudo, ni siquiera él usó oficialmente ese título, solo quería que le llamaran Wolfgang Amadé o Wolfgango Amadeo, durante su estancia en Italia.

En 1781, Wolfgang Amadeus Mozart entabló una estrecha amistad con Joseph Haydn, que era 24 años mayor que él. Sobre Mozart, que es el segundo mayor exponente de la música clásica vienesa después de Haydn, Haydn dijo lo siguiente a su padre: "Se lo digo ante Dios, como hombre honesto, su hijo es el compositor más grande que conozco personalmente y por su nombre. Tiene buen gusto y, además, es un genio de la composición". Haydn y Mozart pertenecían a la logia masónica, lo que también atestiguaba un gran vínculo.

Mozart pasó los últimos diez años de su vida en Viena. Allí se casó, nacieron sus hijos, murió y fue enterrado. Han surgido numerosos rumores, leyendas y especulaciones sobre su agitada vida y, sobre todo, sobre su repentina muerte. Poco antes de morir, creía haber sido envenenado. Sin embargo, los estudios científicos lo han refutado.

A los 21 años, Mozart viajó a la ciudad alemana de Mannheim con su madre. Allí se enamoró perdidamente de la cantante Aloysia Weber. Wolfgang Amadeus tuvo claro de inmediato que quería casarse y pasar el resto de su vida con ella. De inmediato se puso a componer la música para la ceremonia de su boda. Sin embargo, ella rechazó su propuesta de matrimonio.

Su estricto y ambicioso padre también estaba completamente en contra de esa boda, porque pensaba que su hijo ya adulto era todavía demasiado inmaduro. Según sus deseos, Wolfgang Amadeus debía seguir ocupándose de su carrera en lugar de distraerse con las mujeres.

Al principio, funcionó, pero el amor no podía detenerse para siempre. Cuando Mozart se mudó a Viena, conoció a Constanze Weber, la hermana menor de Aloysia Weber. Se opuso a la voluntad de su padre y se casó sin su consentimiento el 4 de agosto de 1782 en una pequeña y modesta ceremonia en la catedral de San Esteban de Viena.

A Mozart le gustaba beber su leche de almendras en el Café Tomaselli, situado en el antiguo mercado Alter Markt de Salzburgo. Esta cafetería es la más antigua que aún sigue abierta en Austria. Su historia se remonta al 1700. No es de extrañar que Mozart fuera un cliente asiduo, ya que la cafetería se encuentra a tan solo unos minutos a pie de la calle Getreidegasse y de la casa donde nació Mozart.

Para acompañar los platos especiados como el chucrut con albóndigas de hígado de ternera, Mozart prefería beber una cerveza negra. El diario de su hermana Nannerl narra su visita a la cervecería Stieglbrauerei de Salzburgo. En agosto de 1780 escribió "... a las 3 en punto, iremos los tres a visitar la cervecería Stieglbrauerei" [...] "Seguro que caerán un par de buenas cervezas para celebrar la ocasión".