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La protección del patrimonio nacional es sinónimo de sostenibilidad. Por este motivo, la conservación de edificios históricos es una excepcional iniciativa en Austria para la protección del medioambiente. La protección del patrimonio nacional ahorra recursos, evita la impermeabilización de valiosos espacios verdes, protege animales y plantas y desempeña un papel sociocultural importante.
La protección del patrimonio nacional es la protección del medioambiente: si se revitalizan y conservan los objetos históricos, en lugar de construir nuevos edificios, se utilizan menos materiales de construcción y se desperdicia menos agua potable. Asimismo, se evitan los escombros derivados de la construcción y la impermeabilización adicional de valiosos espacios verdes. Muchos edificios históricos están hechos de materiales naturales que proceden del entorno. A la hora de realizar reformas, los profesionales dan prioridad a estos materiales de construcción regionales para preservar la originalidad, lo que también contribuye a reducir la huella de CO₂. Asimismo, se protegen las poblaciones de las distintas especies de animales y plantas. De modo que a nivel ecológico, la protección de los monumentos es el camino correcto a seguir.
La sostenibilidad sociocultural y la económica también entran en juego en la protección de los monumentos, porque su conservación beneficia a toda la región, que puede impresionar a sus visitantes con edificios históricos. Y, por último, la protección de los monumentos también supone un beneficio económico si se emplean artesanos regionales.
Protección de monumentos = eficiencia energética
En general, los edificios históricos se pueden pasar al uso de energías renovables sin ningún problema. A menudo se utilizan sistemas solares fotovoltaicos y térmicos. Algunos monumentos incluso producen su propia electricidad verde y van de camino a convertirse en energéticamente autosuficientes, como el Castillo de Hernstein en la Baja Austria.
Para el aislamiento de edificios históricos deben tenerse en cuenta ciertas reglas para garantizar que los materiales utilizados no causen ningún daño. Por este motivo, se prescinde de materiales compuestos complejos como los que se utilizan en las nuevas construcciones (y que a menudo no se pueden separar con facilidad). En su lugar, se utilizan materiales naturales y originales. Por lo tanto, la eficiencia energética y la protección del patrimonio van fácilmente de la mano.
Los edificios integrados en el patrimonio nacional son una magnífica atracción turística en sí mismos. La mayoría de los edificios, palacios o castillos también cuentan con magníficos jardines o pequeños oasis verdes. A menudo, se componen de árboles centenarios y gigantescos y espacios verdes protegidos, igual que los edificios históricos alrededor de los que se han plantado.
También hay rincones tranquilos y escondites, desvanes y sótanos que albergan numerosas especies de animales. Aves, insectos, y también murciélagos y cernícalos viven entre los antiguos muros. Prefieren las grietas de la estructura natural de estos edificios a las de las fachadas de los edificios modernos. La conservación de los monumentos a la vez protege estas poblaciones de animales, que deriva en una importante contribución a la biodiversidad.
En Austria, 16 cascos antiguos ostentan el premio de Pequeña ciudad histórica. Esta cariñosa designación se refiere a las ciudades que cuentan con edificios o distritos históricos protegidos y tienen un máximo de 80.000 habitantes. Estos municipios centenarios y sus estructuras se mantienen y conservan cuidadosamente en aras de la sostenibilidad. Se pueden encontrar en seis estados federales.
Un total de cinco rutas seleccionadas recorren Austria a lo largo de estas 16 pequeñas ciudades históricas. La ciudad de Steyr de 1000 años de antigüedad, situada en la Alta Austria, es famosa por su arquitectura urbana de la Edad Media e inspiró a artistas como Franz Schubert. Como antigua residencia de verano de la corte imperial Baden, cerca de Viena, ofrece un ambiente imperial. En Estiria, Bruck an der Mur une la vida urbana con un variado mundo montañoso. Más al sur, Bad Radkersburg es conocida por sus aguas termales, sus exquisitos vinos y su ambiente mediterráneo. Rodeada por cinco valles, la ciudad alpina de Bludenz constituye el centro de la parte sur de Vorarlberg.
¡Pensamos en el futuro del patrimonio nacional! Conservar el pasado para el futuro y así proteger el medioambiente: justo la protección del patrimonio nacional es la alternativa al mundo acelerado en el que vivimos. Recibirá un homenaje el Día del patrimonio nacional, que se celebrará el 24 de septiembre como parte de la iniciativa europea European Heritage Days (jornadas europeas del patrimonio). En este sentido, alrededor de 300 monumentos catalogados como patrimonio nacional protegido en toda Austria abrirán sus puertas con entrada gratuita y los elementos de su programa especial ofrecerán una visión del patrimonio cultural de Austria. Muchos lugares están bien conectados a la red ferroviaria ÖBB, por lo que el viaje en transporte público es ideal para contribuir a la protección del medioambiente.
Este año el día lleva por título denkmal [er:sie:wir] leben | 100 Jahre Österreichisches Denkmalschutzgesetz (Vivimos el patrimonio. 100.º aniversario de la Ley de Protección del Patrimonio de Austria).
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