Costumbres de los doces días posteriores a la Navidad
Desde los Krampus hasta las ramas de Santa Bárbara en flor, en Austria se celebran numerosas costumbres místicas en el período comprendido entre la Navidad y el cambio de año.
Un misterioso cambio de año
Las costumbres que rodean los doce días posteriores a la Navidad también son místicas. Son las noches comprendidas entre Navidad y el 6 de enero, cuyo número varía entre tres y doce según la región. En algunas zonas, la "Losen" (noche de los oráculos) tiene lugar la noche de Santo Tomás el Apóstol, la noche más larga del año del 20 al 21 de diciembre.
"Losen" en dialecto significa escuchar. En esta costumbre, se quiere aprender algo sobre el futuro escuchando atentamente. Algunas personas se encuentran en una encrucijada y escuchan. Interpretar los sonidos no es fácil, pero por ejemplo, si escuchas un canto feliz, indica que habrá una boda de forma inminente. El sonido de una sierra, en cambio, anuncia una muerte inminente.
Una fragante costumbre invernal
Los doce días posteriores a la Navidad se conocen como Rauhnacht, noche del humo, en alemán y probablemente tienen su origen etimológico en el humo. Y, de hecho, el humo sigue siendo la costumbre pagana más extendida en invierno, sobre todo en las zonas rurales. Al menos una noche entre Navidad y el día de Reyes en enero, se ahúman la casa y los establos.
Preferiblemente con incienso para proteger a los animales de la mala influencia de los doce días posteriores a la Navidad, porque se cree que a medianoche los animales deberían poder hablar el lenguaje humano y hablarnos sobre el futuro. Suena tentador, pero uno no debe escuchar a los animales, de lo contrario, estará condenado a la muerte, según la creencia popular. Para evitar lo peor, la gente no solo ahúma, sino que también traga pequeños trozos de papel, en su mayoría con imágenes de la Virgen María.
La Austria mística
En torno a la Navidad, no solo se celebra el nacimiento del niño Jesús, sino que también se practican numerosas costumbres paganas que, a veces, pueden ser bastante aterradoras.
Cuando Christoph Waltz habló sobre los Krampus en el Show de Jimmy Fallon en 2014, el público estadounidense no daba crédito. Incrédulo, escuchó que durante la apacible época de Adviento de Austria, una figura del diablo enmascarado, vestida con pieles, paseaba y amenazaba a los niños con una vara. Pero no es tan malo como parece. Al fin y al cabo, el Krampus es el compañero del universalmente popular San Nicolás, que el 6 de diciembre regala dulces y nueces a los "niños buenos".