Franz Liszt: de cometa a rapsodia

Si pudiéramos entrevistar hoy a Liszt, probablemente nos diría que su alma está dividida: una parte de su alma la dedicó a los sinti y romaníes y, la otra, a los franciscanos. Sus coetáneos lo describieron como "sabio e ingenuo a la vez, pero también atrevido, dinámico, impredecible y, aun así, noble". Algunos de sus compañeros artistas de la época le envidiaban por sus fulminantes éxitos.

El niño prodigio se convierte en una estrella del pop

Liszt fue una verdadera estrella del pop de su época, siempre aclamado por sus seguidores y fans: cuando Liszt tocaba, sus fans femeninas llenaban el escenario, asediaban las salas de conciertos y, a menudo, se desmayaban. Y Liszt sabía exactamente lo que estaba haciendo: sus apariciones se planificaban y escenificaban hasta el más mínimo detalle. Al igual que nuestras estrellas de hoy en día, sus giras le llevaron a las salas de conciertos más importantes del sur y el centro de Europa y hasta Constantinopla, San Petersburgo y Moscú.

Liszt siempre viajaba con un amplio bagaje y dos pianos de cola para conciertos. En consecuencia, la logística de las giras y viajes por Europa sin duda debieron ser un gran desafío financiero para él. Sus ingresos se pueden comparar con los honorarios de los músicos más famosos de hoy en día. Pero la gran complejidad logística y los gastos en los largos viajes por Europa también le provocaron dificultades económicas. Es razonable suponer que los Beatles, Elton John o Elvis Presley no fueron los pioneros en la histeria de masas entre sus fans, sino que todo empezó 200 años antes, con el "niño cometa" Franz Liszt, el "hechicero del piano".

Como era de esperar, el gran maestro fue considerado un mujeriego muy admirado y mantenía relaciones apasionadas con damas educadas e ingeniosas de la aristocracia europea. Su hija Cosima, fruto de su relación con la condesa Marie d'Agoult, se casó más tarde con Richard Wagner, a quien Liszt apoyó generosamente como suegro. La princesa Caroline Sayn-Wittgenstein quería dejar a su marido, un príncipe influyente, por Liszt y casarse con él. Y solo un veto del Vaticano impidió el matrimonio entre el músico de fama mundial y la princesa.

Sin embargo, Liszt también atravesó graves crisis y depresiones. Como hombre de fe, encontró la paz y el refugio en la fe cristiana, que le acompañó desde su infancia en Raiding. En la vejez, recibió las órdenes menores como clérigo secular. Siguió participando en la escena musical como mecenas, dio clases y realizó muchas otras tareas de alto rango en su función como presidente de la Academia de Música de Hungría.

Lisztomanía

Cabe señalar que el término "Lisztomanía" fue acuñado por nada menos que Heinrich Heine, quien escribió en 1840 como columnista y corresponsal en París para el Allgemeine Zeitung. Así le dio un nombre apropiado al fenómeno de la histeria en torno a las actuaciones de Franz Liszt. Pero, ¿qué tenía de especial Liszt y su forma casi "diabólica" de tocar el piano?

Aparentemente, Liszt desarrolló su propia forma de tocar el piano cuando era niño. Carl Czerny, uno de sus primeros profesores de piano, documentó con curiosidad la "nueva y movida forma" de su interpretación. Liszt era un fogoso showman al piano. Su legado al mundo de la música fue una nueva forma de tocar y dar vida a las teclas del piano de cola. Por supuesto, su forma de tocar el piano también llegó a las caricaturas de su época: los dibujos coloreados siguen siendo obras de arte de alta calidad y testigos de la intensa actuación de Liszt. La Lisztomanía llegó a su fin en 1848, tras nueve años de incesantes giras de conciertos. A los 36 años, Liszt estaba cansado y agotado de la fama y las giras. Después de la Lisztomanía comenzó un nuevo período creativo. Liszt se convirtió en director de orquesta y compositor de la corte en Weimar. Un encuentro con Richard Wagner derivó en una estrecha amistad, pero la relación entre su hija Cosima y Wagner puso fin a la amistad entre los dos músicos. Liszt se dedicó a los "poemas sinfónicos". Su devoción hacia la iglesia también se puede encontrar en sus composiciones. Liszt vivió de forma alternada entre Roma y Weimar, donde dio clases a numerosos estudiantes. También permaneció un tiempo en Budapest, donde se convirtió en presidente de la nueva academia de música en 1875. Una nefasta caída por una escalera de su casa en Weimar le provocó problemas de salud a largo plazo. Liszt visitó a su hija Cosima en Bayreuth, quien asumió la dirección del festival tras la muerte de su esposo, Richard Wagner. Liszt murió de neumonía el 31 de julio de 1886 y se enterró en el cementerio de Bayreuth.

Después de mudarse a Viena, Czerny y Salieri fueron algunos de sus maestros. Pronto partió hacia París, donde Liszt seguiría recibiendo una educación exquisita. Las actuaciones en círculos de la alta sociedad le llevaron a la fama rápidamente. El "niño prodigio" de Raiding también viajó a Inglaterra varias veces; después de una actuación en el Castillo de Windsor, se le empezó a llamar "Maestro Liszt".

A esto le siguió una época difícil de primeros fracasos, que sumieron a Liszt en una profunda crisis vital. Algunas de sus obras, incluida una ópera, no fueron bien recibidas. Los rechazos amorosos aumentaron la desconfianza en sí mismo. Las opiniones religiosas y sociales dominaban ahora su vida y dedicó mucho tiempo a la música eclesiástica.

Influenciado por el rápido avance de otros compañeros de la música y, sobre todo, por Paganini, Liszt regresó al mundo creativo, a la composición. Las aventuras amorosas con mujeres de la más alta sociedad, así como sus años itinerantes por Europa contribuyeron a su excelencia artística. Casi incansable y obsesionado, el genio del piano recorrió muchos países y atrajo a miles de personas bajo su hechizo. Acababa de nacer la Lisztomanía.

Otras etapas de su vida, como las de Weimar, Budapest y Roma, enriquecieron su historia musical. Como sacerdote ordenado, pasó mucho tiempo reorganizando la música eclesiástica. Liszt murió de neumonía en Bayreuth en 1886, donde quería ayudar a su hija Cosima Wagner con los preparativos del festival.