Gustav Klimt y la seducción de las rosas

"Con una mujer enamorada puedes hacer de todo, lo que ella quiera."

Esta cita del pintor más brillante de Austria, el artista del modernismo vienés Gustav Klimt, llama la atención. Klimt supo fascinar, a través de su arte y de su personalidad única, y también a través de su arte de saber vivir. Cómo el pintor con su bata azul era capaz de conquistar a las mujeres sigue siendo su secreto. Sin embargo, es obvio que la reina de las flores, la rosa, podría haber desempeñado un papel no solo en sus obras, sino también en sus amoríos. La rosa representa el amor y la pasión como ninguna otra flor y ni siquiera el sensual Klimt pudo escapar a algo tan tentador.

Klimt amaba y adoraba a las mujeres y, a pesar de que nunca llegó a casarse, tuvo siete hijos con diferentes mujeres. Además de su apasionado romance con su musa Emilie Flöge, son bien conocidos sus affaires amorosos con Alma Schindler (más tarde Mahler-Werfel) de 19 años y numerosas modelos como Maria Ucicky y Marie (Mizzi) Zimmermann. Klimt tuvo una relación de por vida con la diseñadora de moda emancipada Emilie Flöge. Sin duda, ella era el amor de su vida.

"Klimt tenía el jardín que rodeaba la casa de la calle Feldmühlgasse adornado con parterres de flores durante todo el año, era un placer tener que atravesar aquel mar de flores y árboles antiguos", así es cómo el expresionista Egon Schiele describió el lugar creativo de su amigo, al que apreciaba como si fuera su padre.

La Villa Klimt en Hietzing, cuyo pabellón en el jardín fue utilizado por el pintor como estudio y taller en su última etapa creativa, todavía se puede visitar hoy en día, junto con su paradisíaco jardín de 6500 metros cuadrados. El artista creó sus obras sentado en el estudio, en un pequeño taburete de madera frente al caballete, con vistas al colorido jardín o a una gran cama de día que ocupa una gran parte de la habitación y en la que se colocaban sus modelos para posar. Al fin y al cabo, una gran parte de la obra de Gustav Klimt se dedicaba a las mujeres. Gustav Klimt creó aquí algunas de sus obras más importantes desde 1911 hasta su muerte en 1918. Aquí trabajó en más de 50 cuadros, incluidos los cuadros (femeninos) poderosos y sensuales de fama mundial como Adele Bloch-Bauer II, Friederike Beer, La novia y Adán y Eva.