Un Dirndl para Dita
El abanico de colores, telas y patrones es tan extraordinario en la moda de Lena Hoschek que incluso estrellas como Dita Von Teese, Sarah Jessica Parker o Lana Del Rey apuestan por sus creaciones. Nacida en Graz, es una de las diseñadoras austríacas más solicitadas.
Después de graduarse de la escuela de moda Hetzendorf de Viena, Lena Hoschek hizo prácticas con Vivienne Westwood en Londres. Inmediatamente después comenzó su historia de éxito en 2005 en el casco antiguo de Graz, donde abrió su primer taller a los 24 años. Su tienda insignia se encuentra en el centro de Viena desde 2016. Para celebrar su 15.º aniversario, en diciembre de 2020 abrió otra tienda en Kitzbühel.
Alta costura, trajes tradicionales y artesanía
Además, desde 2013 esta diseñadora nacida en Graz ha ido ampliando su taller de alta costura bajo la dirección de su compañero diseñador, Thomas Kirchgrabner, en el que ofrece vestidos de novia y de noche a medida. Si decidimos participar en la temporada de baile de Viena seguramente descubriremos más de un elegante vestido femenino del taller de Hoschek.
La diseñadora combina sus raíces con su tierra natal y su afición por la artesanía, los trajes tradicionales y la naturaleza con influencias de todo el mundo. La inspiración con la que Hoschek celebra la silueta femenina va desde el glamour de Hollywood de las décadas de los 40 y los 50 hasta las provocativas pin-ups y los bordados del folclore húngaro. Las ideas para sus nuevas colecciones las encuentra en sus viajes alrededor del mundo, así como en lugares alejados del ajetreo y el bullicio, en la naturaleza, donde creció, por ejemplo, en el valle Mölltal de Carintia, de donde procede su madre, o en los alrededores de Graz.
Imparable
Incluso su padre, que estaba muy vinculado al mundo de la moda, los muebles y el arte, influyó en el concepto de belleza de Hoschek. La diseñadora siente fascinación por el movimiento del modernismo vienés en Austria y, sobre todo, por la asociación de artistas de la Secesión de Viena a principios del siglo XX: "La idea de diseñarlo todo, ya sea un sillón, un objeto cotidiano como una cafetera, una cuchara o un vestido, me ha marcado mucho. Creo que el diseño no tiene por qué tener límites". Sobre todo, no cuando es tan bonito como el de Lena Hoschek.