Gustav Klimt amaba el arte, las mujeres y el lago Attersee
En el lago Attersee, en la región de Salzkammergut, Gustav Klimt encontró la paz y la inspiración que buscaba para su obra. Allí creó impresionantes cuadros de paisajes, en los que queda patente su entusiasmo por el colorido floral de la naturaleza.
El lago Attersee: fuente de inspiración
"Un número incontable de colores y tonalidades irradian miles de millones de flores al mismo tiempo con fragancias a lima o picantes, dulces o ácidas".
El Attersee
Pintores, compositores y escritores se inspiraron en la belleza de la naturaleza y el ambiente del lago Attersee. Las villas Attersee, donde veraneaban el pintor Gustav Klimt, el compositor Gustav Mahler y el escritor Heimito von Doderer, siguen siendo testigos de un pasado glorioso: Las villas Orléans y Ransonnet se han convertido en los hoteles Villa Weiss y Grafengut, la Villa Paulick ofrece visitas guiadas y la Villa Polese, una residencia privada, abre repetidamente sus puertas para lecturas.
En 2024, la Capital de la Cultura de Bad Ischl y el Salzkammergut mostrará su diversidad cultural bajo el lema "La cultura es la nueva sal". Los nuevos impulsos para el futuro están en el punto de mira, así como la diversidad del arte y la cultura históricamente arraigados y contemporáneos.
Experimenta Klimt
Gustav Klimt: Artista y personalidad
Amaba el arte, la vida y a las mujeres: El pintor Gustav Klimt no sólo fue uno de los representantes más importantes del Art Nouveau y cofundador de la Secesión vienesa, sino también un auténtico hombre de placer.
Nacido el 14 de julio de 1862 en Baumgarten, cerca de Viena, comenzó su carrera con pinturas historicistas. A partir de 1890, aproximadamente, desarrolló cada vez más su inconfundible estilo expresionista con los típicos ornamentos planos.
En 1897 abandonó la Künstlerhaus y cofundó la Secesión de Viena, una declaración de guerra contra las exigencias del Estado en materia de arte. También es legendario el placentero estilo de vida de Klimt, como demuestran, entre otras cosas, sus opíparas cenas. Por cierto, aún hoy se especula sobre sus numerosas relaciones con damas de la alta sociedad. En los últimos años de su vida se volvió especialmente sensible al poder sensual de la naturaleza. Pintó paisajes desiertos en los que el tiempo parece haberse detenido. Son cuadros de un paraíso terrenal en eterno verano. Murió en Viena el 6 de febrero de 1918.
Quien quiera admirar las obras de Klimt en Austria podrá contemplar también la mejor arquitectura, ya sea en el moderno Museo Leopold, en la Secesión vienesa o en las salas imperiales del Belvedere Superior. Una joya especial es la Villa Klimt de Viena-Hietzing, cuya casa-jardín utilizó el pintor como estudio y taller durante su último periodo creativo.r
Datos interesantes sobre el pintor Gustav Klimt
Las musas del pintor
Amantes y admiradores de las mujeres
"Con una mujer enamorada se puede hacer todo lo que ella quiera". Esta cita del pintor probablemente más enigmático de Austria, el Art Nouveau Gustav Klimt, hace que uno se levante y preste atención. Klimt sabía cómo fascinar, ya fuera a través de su arte, de su personalidad única o de su savoir-vivre. El secreto de cómo el pintor del abrigo azul de la reforma conseguía conquistar a las mujeres sigue siendo suyo. Sin embargo, es obvio que la reina de las flores, la rosa, podría haber desempeñado un papel no sólo en sus obras, sino también en su cortejo. Como ninguna otra flor, la rosa representa el amor y la pasión; ni siquiera el sensual Klimt podía escapar a esta promesa.
Klimt amaba y adoraba a las mujeres, pues aunque el pintor nunca se casó, tuvo siete hijos con distintas mujeres. Además de su apasionado romance con su musa Emilie Flöge, son bien conocidos sus "affaires d'amour" con la joven de 19 años Alma Schindler (más tarde Mahler-Werfel) y con numerosas modelos como Maria Učická y Marie (Mizzi) Zimmermann. Klimt mantuvo una relación de por vida con la diseñadora de moda emancipada Emilie Flöge. Fue sin duda su "persona de vida".
Gustav Klimt
Gustav Klimt adoraba la buena comida y le gustaba excederse. Según sus colegas artistas, "tomaba sus suntuosas comidas con evidente placer, siempre dos o tres raciones de cada plato, y si era invitado a casa de amigos, siempre se le proporcionaban dos platos más para Klimt". El artista desayunaba a menudo en el Meierei Tivoli, cerca del parque del palacio de Schönbrunn, con café, Gugelhupf y nata montada; por la noche le gustaba elegir un asado Girardi o mollejas de ternera a la Tegetthoff. En los restaurantes y cafés de Viena es fácil comprender por qué el bon vivant era tan aficionado a estos clásicos intemporales.