La naturaleza en Austria

Ya sea en la playa, en el exuberante verde de un claro en el bosque o en lo alto de un prado alpino: un total de siete vivacs ofrecen un lugar en el que escaparse del día a día y estar solos en pareja. Construidos con madera de alerce y de pino, los vivacs son una auténtica referencia paisajística. Las grandes ventanas dan paso a la naturaleza para poder percibir conscientemente el centelleo de las estrellas en el cielo nocturno y el amanecer por la mañana. Los refugios, de unos 15 m2, tienen espacio para una cama, una mesa y sillas con una acogedora piel de cordero y un pequeño aseo. Estos vivacs pertenecen a los hoteles, un camping y una granja, en cuyos alrededores se han construido estos refugios. Por la mañana, sirven el desayuno en una cesta y, por la noche, hay otra cesta gourmet llena de especialidades, cuyos selectos contenidos se pueden disfrutar en la terraza del vivac con vistas al lago.

Un paseo por el museo al aire libre es como un viaje por todo el Tirol: 14 granjas y 23 edificios anexos se trasladaron de los diversos paisajes del valle de esta región y se reconstruyeron en las nueve hectáreas del museo de forma fiel a la construcción original. En siete granjas se proyectan escenas de la vida rural en las paredes, para que los visitantes puedan hacerse una animada idea de la vida cotidiana de esas personas.

En las plazas más bellas de la zona, unas plataformas de madera de alerce ofrecen unas amplias vistas del museo. Los niños aguardan ansiosos las estaciones de experimentación, donde pueden construir una casa de madera, ordeñar una vaca, participar en una representación de un cuento de hadas o confeccionar un traje regional. Un recorrido por el museo al aire libre dura aproximadamente 1,5 horas.